A día de hoy es ya por todos conocido el potencial de los drones para aportar soporte táctico aéreo en cualquier operación de emergencias o inspección técnica. El uso de drones en escenarios exteriores o de campo abierto es el pan de cada día para el piloto de UAS. Pero en el artículo de hoy quiero compartir una serie de consideraciones sobre el uso de drones en espacios interiores o confinados.
El primer hándicap que podemos encontrarnos es la ausencia de constelaciones GNSS que soporten el posicionamiento tridimensional automático del dron. Estamos acostumbrados a que los satélites GPS, GLONASS, GALILEO o BEIDOU (y, posiblemente en el futuro, los de Starlink y sus competidores europeos y asiáticos) nos ayuden a mantener el dron en su sitio, aunque soltemos las palancas. Es el modo normal de manejo de los drones comerciales, de hecho. Pero, como podemos imaginar, en espacios cerrados la señal GNSS se pierde.
El dron pasa entonces a un modo ATTI o Altitude Hold, en que, gracias a su barómetro o sensores visuales inferiores (o de otro tipo), es capaz de mantener la altura sobre el suelo pero horizontalmente es víctima de la deriva. Una deriva que no solamente puede ser producida por el viento o las corrientes de aire (que en un espacio interior pueden darse fácilmente) si no también por las propias turbulencias generadas por el movimiento del dron en el espacio interior. Cuanto más cerca de las paredes, más se verá atraído hacia las mismas (haciendo casi un efecto ventosa). A lo que hay que sumarle el propio efecto suelo cuando se vuela a escasa altura. Y sí, eso ocurre con drones pequeños también.

El manejo de un dron en modo ATTI requiere cierta pericia por parte del piloto de UAS pero hay algo todavía más peligroso: el momento en que el dron se acerca a la salida y vuelve a conectar con satélites. Tiene los suficientes como para salir del modo ATTI pero no los suficientes como para que el posicionamiento sea del todo preciso, lo cual puede llevar al dron a un movimiento errático que termine en un descontrol que produzca un accidente (más probable cuanto más estrecha sea la salida). De hecho, en mi etapa en High Line Division Unmanned Systems participamos en una prueba piloto para Elewit en que debíamos inspeccionar una cámara de empalme. Dejando de lado los detalles, diremos que para evitar este riesgo capamos la placa GNSS para forzar un ATTI permanente. Puedes ampliar información en este artículo si lo deseas.
Y hasta aquí el asunto del posicionamiento del dron. Como puedes comprobar leyendo lo anterior, el manejo de un dron en un espacio interior conlleva riesgos adicionales, y aquí es cuando puedo aportarte los siguientes consejos:
- Protege las hélices. De verdad, no importa lo buen piloto que te creas, usa protectores de hélices o, si dispones de ello, una cúpula o esfera de protección. Asume que la cuestión no es si el dron chocará con un obstáculo, la cuestión es cuándo ocurrirá.
- Configura el failsafe (¿RTH?). En la medida que el UAS lo permita, configura el failsafe para que sea aterrizaje o vuelo estacionario, pero no una vuelta a casa que podría generar un accidente, ya que en la mayoría de casos el dron gana altura (la predeterminada) para luego volver al punto de despegue. Bien es cierto que esto solo ocurrirá si el UAS dispone de GNSS, pero esto no es imposible. También es verdad que están saliendo drones al mercado que permiten una vuelta a casa inteligente mediante posicionamiento visual. Sea como sea, ten en cuenta este factor.
- Gestiona la señal. A no ser que dispongas de un dron tethered que transmita la señal de control mediante cable (lo cual implica su propia logística) deberás ser muy cuidadoso al introducir tu dron en un espacio cerrado, especialmente si toca desplazarse por galerías que hagan curvas. Puedes perder la señal en pocos metros. Puedes para ello introducir una extensión de antena en el espacio confinado o, si se va a tratar de una inspección repetitiva, instalar repetidores de señal.
- Gestiona la batería. Nada nuevo para un piloto de UAS: procura que el dron vuelva a casa por sus propios medios con la autonomía de que disponga.
Todo lo anterior te ayudará a evitar que el personal humano tenga que entrar a rescatar el dron. Lo cual podría llegar a ser irónico si la intención de introducir el dron en el espacio confinado era precisamente evitar poner en riesgo a personas (medición de radiación, gases, oxígeno, espacios colapsados…).
En GOAT Drones Solutions disponemos de diversos equipos preparados para su manejo en espacios interiores y con ellos podemos proveer de los siguientes servicios:
- Inspección visual de espacio colapsado. En nuestro afán por la seguridad operacional, garantizamos que un edificio en proceso de colapso, ya sea por una catástrofe natural, explosión de gas o cualquier otra, sea lo suficientemente seguro como para que un equipo humano pueda entrar.
- Inspección de oxígeno, gases tóxicos o explosivos o radiación. Con el mismo objetivo, podemos dar una respuesta binaria a si el equipo de emergencia puede entrar en ese instante o si requiere un equipo NBQ o máscara de oxígeno.
- Videogrametría rápida. Sea para una inspección back office por parte de ingeniería o para generar un gemelo digital para inmortalizar el espacio por si colapsara, en cuestión de minutos podemos realizar el vuelo, procesar el video en la nube y entregar un gemelo digital. En minutos en lugar de horas o días.
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